viernes, 11 de diciembre de 2009

El sueño de los shoppings con techos de cielo

El presidente de la CD y los proyectos de la Cámara
Roberto Quevedo
La interesante propuesta que Pacheco y El Talar vienen desarrollando para convertir los centros
comerciales en paseos de compras, llamados shoppings a cielo abierto.

El Centro Comercial de General Pacheco se ha convertido en el más importante del distrito. En el transcurso de los últimos diez años, el crecimiento poblacional de la zona, la llegada de los bancos, supermercados y negocios de primera línea, junto con los ya tradicionales de la localidad, han dado como resultado una explosión comercial que aprovechan miles de vecinos. Y no sólo de Pacheco, sino también de localidades cercanas y barrios privados de la periferia.
El Sr. Roberto Quevedo, que preside la Comisión Directiva de la Cámara de Comercio de Pacheco, nos explica que en un principio la Cámara fue un centro de comerciantes y después cambió su nombre a Cámara de Comercio e Industria de General Pacheco y adyacentes, fundándose la misma en 1960. En ese entonces un grupo de comerciantes visionarios advirtieron que Pacheco y Talar necesitaban de una Cámara que los reuniese. Y estos comerciantes también resultaron los pioneros en la consolidación de la zona, porque todas las ciudades se comienzan a formar siempre cerca del comercio, apunta Quevedo.
La ruta 197 era el principal centro y allí se empezaron a congregar todos los comercios.
“Yo comencé en el año 1997 —cuenta Quevedo—, a raíz de una pequeña crisis que había en el centro  comercial. Por ese entonces se murmuraba acerca de la instalación de dos supermercados, cosa que después se iba a concretar. Y, claro; el comercio minorista sabía que eso le iba a restar fuerzas, porque en muchos casos ponía en peligro la fuente de ingresos. Qué mejor, entonces, que una Cámara de Comercio que los defienda. Y tomamos la bandera”.
El presidente de la gestión anterior a Roberto Quevedo hacía años que venía trabajando con mucho esfuerzo y al parecer creyó conveniente una renovación. Así, la gente nueva que llegó lo hizo con un objetivo: defender el Centro Comercial. Muchas reuniones se llevaron a cabo con los comerciantes, con autoridades, todo para lograr frenar lo que ya era imposible de detener, porque había compromisos firmados y el costo político iba a ser muy alto. No obstante, señala el titular de la Cámara, tomaron el compromiso de compensar —en algún momento—, por la instalación de estos supermercados, brindándoles mejoras al Centro Comercial. Tomándose de esa promesa, se pusieron a trabajar en el proyecto de Shopping a Cielo Abierto o Paseo de Compras, creyendo férreamente que era la mejor manera de competir con estos centros comerciales y que iban a recibir ayuda para hacerlo, pues los comerciantes por sí solos no podrían llevarlo a cabo.

Bicipolicías, limpieza y sueños que se concretan


“En una reunión con el intendente anterior —relata Roberto Quevedo— surgió la primera promesa oficial de realizar el Centro Comercial de manera conjunta: comerciantes y la Municipalidad podíamos llevar adelante el proyecto. Durante bastante tiempo estuvimos gestionando, tramitando…” Y vieron que el proyecto les solucionaría varios problemas que tenía el Centro Comercial.
Por un lado, la limpieza; ya que tal como estaban las veredas, por más que las limpiaran, no se lucían. Y tampoco se podía convencer al potencial cliente de comprar en los locales. Como estaban dadas las condiciones, no se lograría atraer a un consumidor ABC1, por ejemplo.
Por otro lado, el problema de la seguridad, porque no podían tener vigilancia. La solicitaban y les enviaban los efectivos; y cuando pasaba el efecto del reclamo, los llevaban a otro lugar. Y la actividad comercial precisa seguridad de modo permanente. De ahí que la Cámara propició el empleo de los bicipolicías. Tomaron la iniciativa, porque estaban seguros de que eran una necesidad.
“La Cámara siempre trabajó mucho con los Foros; tal es así que nuestra Cámara de Comercio fue la que creó y participó en el Primer Foro de Seguridad en El Talar y en Pacheco: fuimos pioneros…”, asevera Quevedo con orgullo.
Imposible dejar de recordar que junto con Roberto Quevedo estuvo otro luchador incansable, el Sr. José Luis Barchetta, fallecido hace poco menos de un año.

Y el estacionamiento

Todo surge, a veces despacio, de a poco, pero en progreso. Al proyecto de remodelación lo veían coronado con mayor seguridad, con limpieza y con un trabajo en el estacionamiento. Habían tenido una iniciativa, que proponía poner un sistema de estacionamiento en el que se pagaba una tarifa mínima. La propuesta destinaba 50% para el hospital y 50% para la remodelación del Centro. Porque el problema del estacionamiento viene de larga data: Pacheco es un polo de desarrollo, uno de los centros comerciales más importantes, y todo el mundo estaciona en el Centro, donde también lo hacen los propietarios. Todo concentrado en unas cuatro o cinco cuadras. Por ejemplo, en la zona de los bancos, toda la cuadra es utilizada por la gente que se desempeña en las entidades bancarias. El cliente no encuentra lugar y eso resta ventas a un cliente potencial, ya sea de los countries vecinos o de la zona de clientela de mayor poder adquisitivo del mismo Pacheco. Con el objetivo de ponerle fin al problema, realizaron una presentación que proponía cambiar de sentido a algunas calles, para evitar embotellamientos. Pensar que es mejor que varias calles confluyan hacia ese Centro se trata de un error. Porque así se produce un efecto embudo. En las tres o cuatro cuadras más críticas del Centro, sus calles tendrían que “salir”. Por ejemplo, es el caso de la calle Buenos Aires, que acompaña el sentido de la 197 del lado de la mano que le corresponde. “Nos falta que nos cambien la calle Tucumán, que hoy está mal, porque es mano hacia la 197 y tendría que ser mano acompañando el sentido de la ruta 9. Con esos cambios, se mejoraría el estacionamiento. Este es el último proyecto que presentamos hace unos seis meses, aproximadamente”, agrega Quevedo.

No es fácil, pero se puede

“Es verdad que los proyectos deberían ser realizados de manera rápida —reconoce el presidente de la Cámara—, pero hay que tener paciencia y perseverancia. Nosotros con el Centro Comercial la tuvimos”.
Cuando asumió el nuevo intendente, Sergio Massa, le presentaron el proyecto. La adhesión y el apoyo fueron inmediatos, y lo siguió adelante hasta que vio la luz. Incluso a pesar que reconocen estar un poco demorados. En su parecer, no es por una cuestión de voluntad de hacer o de no hacer. La voluntad está.
Así, sostiene que se trata de un problema económico que deben entender los comerciantes, porque no se puede restarle recursos al hospital o a las escuelas. Y saben que tienen que ser razonables. Roberto Quevedo lo explica diciendo: “Cuando un comerciante nos pregunta, «¿Por qué no está reparada tal vereda»?, la respuesta es: «Hay que esperar un poquito». Muy diferente a decirle «No sabemos qué pasa». Y eso es muy importante, porque hay buena sintonía con el comercio por parte del Municipio. Tanto así que todas las cámaras se reúnen con el intendente, que quiere estar siempre al tanto de lo que se está realizando…”
Por eso, la obra cumbre es la remodelación del Centro Comercial, un “Shopping a Cielo Abierto”, en donde se camina y se respira aire puro, donde uno se encuentra con el vecino, la gente se saluda y hasta se genera una amistad entre el cliente y el comerciante, se intercambian ideas. Alguien se incorpora a trabajar en la cooperadora de un hospital o forma parte de una sociedad de fomento, y todo eso va haciendo fuerte a una comunidad, a la vez que refleja sus mejores valores. Porque en la Cámara creen que la palabra obra no es sólo poner ladrillos, sino hacer el bien; y ellos contribuyen con todo aquel que precise, en la medida de sus posibilidades.
“Así como fuimos pioneros en los Foros de Seguridad, hoy también trabajamos con la Cooperadora del Hospital, que cuenta con muchos de nuestros miembros. Creemos que dentro de la Comisión que hoy representa a la Cámara, reunimos a comerciantes tradicionales, profesionales con amplia trayectoria, artesanos, industriales, empresarios… Todo lo que hace que estemos muy orgullosos de nuestra institución y de los comerciantes que representamos”, concluye, con serenidad, Roberto Quevedo.








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