15 años después, en 1966, la segunda generación de la familia fundadora se unió al emprendimiento. Así comenzó una nueva etapa de desarrollo y crecimiento, a partir de un trabajo perseverante y de una alianza estratégica con una marca coreana de renombre mundial, pero desconocida hasta ese entonces en el mercado argentino. Hankook, de ella se trata, empezó a ser comercializada en 1989 y desde
entonces cubre las necesidades de autos, camionetas y camiones de todo el país con productos de altísima calidad.
En los años ’90 y con la tercera generación de la familia al frente de la empresa, Fortalein SL, tal es su nombre actual, continuó un proceso de transformación, expansión y diversificación. En 2000, Fortalein muda su sede central a Garín; amplió su capacidad de almacenamiento e inauguró nuevas oficinas comerciales y administrativas. Al mismo tiempo, se comienza a gestar lo que hoy se conoce como Red Hankook, una cadena identificada de locales de la marca que llegó a ser mostrada como modelo por la casa matriz de Hankook Tire.
A pesar de las crisis económicas sufridas por el país, el trabajo y la pasión pudieron más, y superaron esos obstáculos una y otra vez. Vinieron nuevas marcas y nuevos productos, hasta convertirse Fortalein en la empresa privada de neumáticos Nº 1 de la Argentina, responsable por su comunidad y su medio ambiente. También ha sumado una planta de recapado de neumáticos, llantas, autoelevadores y servicios, e inclusive extendió sus actividades a la vecina República Oriental del Uruguay.
A casi 60 años del inicio, los tiempos cambiaron, llegó la globalización y la hipercompetencia. Pero en esta historia, no sólo sigue firme la tradicional gomería de Pacheco en su ubicación original; también sigue intacta la filosofía que el fundador le imprimió a su emprendimiento y permanece vigente hoy en la compañía: el amor al trabajo.
Porque no cuentan que el padre de Susana Fos inyecto plata proveniente del juego clandestino y la prostitucion
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